Una entrevista con Martin Bas de VCHT por SMITHSONIAN MAGAZINE
"Las bahías bioluminiscentes de Puerto Rico son más brillantes que nunca"- Jennifer Nalewicki 6 de abril de 2022.
Los espectáculos de luces nocturnos se han recuperado del devastador golpe del huracán María.
Mark Martin Bras era un niño la primera vez que vio las famosas bahías bioluminiscentes de Puerto Rico. Su padre y su tío lo llevaron una noche a Mosquito Bay, y quedó hipnotizado por el resplandor azul eléctrico del agua bajo el cielo nocturno completamente negro.
"Recuerdo que mi padre recogió un poco de agua en un cubo y me explicó, científicamente, lo que estaba pasando", dice. "Me sorprendió saber que los organismos vivos eran los que causaban que el agua brillara".
Ese momento educativo tuvo un profundo efecto en el entonces niño de ocho años, que nació y creció en la isla. Ahora de 51 años, Bras ha construido una carrera a partir del estudio de las bahías bioluminiscentes de Puerto Rico, y actualmente se desempeña como investigador de campo y director de relaciones comunitarias para el Vieques Conservation and Historical Trust (VCHT), una organización sin fines de lucro que se esfuerza por "fomentar, proteger y conservar los recursos ambientales, arqueológicos y culturales de Vieques", una isla de 52 millas cuadradas frente a la costa este de Puerto Rico.
Bras describe ver las bahías bioluminiscentes como "mágico", no solo en su propia experiencia personal, sino también para los muchos viajeros que han visitado la isla. Si bien la bioluminiscencia marina no es específica de Puerto Rico, ya que hay muchas especies de criaturas oceánicas con la capacidad de brillar (los ejemplos incluyen ciertos tipos de medusas e incluso algunos tiburones), las bahías de Puerto Rico a menudo se consideran algunas de las mejores del mundo para presenciar la maravilla natural. Solo cinco ecosistemas en el planeta tienen suficiente de estos planctones para calificar realmente como bahías bioluminiscentes, y tres de ellos están en la isla. No solo eso, sino que muchas de estas especies brillantes residen en las profundidades más oscuras de los océanos en áreas difíciles o imposibles de alcanzar para los humanos, mientras que en Puerto Rico las personas pueden experimentar este fenómeno desde un bote o incluso desde la costa.
LEA EL ARTÍCULO COMPLETO AQUÍ.
Comentarios